miércoles, 27 de enero de 2010

HOMENAJE A RAMÓN GIL PAZ Y PAZ por Isabel Medina


En el principio de todo, al planeta Tierra, que ya era azul por la enorme cantidad de agua que almacenaba en su panza, le empezó a nacer la especie humana. Desvalida, frágil y vulnerable, estuvo siglo tras siglo, cazando, pescando o subiéndose a los árboles para coger los frutos que la naturaleza le ofrecía espontáneamente. Siempre de un lado para otro, siempre con el fantasma del hambre rondándole en las cuevas y viendo siempre su pequeñez vapuleada por fuerzas infinitamente superiores a las suyas.